El consultor Claudio David Montiel, director de la consultora Zentrix, analizó el clima político nacional en base al último relevamiento realizado entre el 11 y el 20 de septiembre sobre 1.122 casos en todo el país.
Según detalló en El Resumen de Natagalá, la imagen positiva del presidente Javier Milei muestra un “deterioro constante” desde junio, con una caída mensual de uno a dos puntos que en la última medición “se profundizó levemente”.
Montiel atribuyó este retroceso no solo al desgaste natural de la gestión, sino a un cambio en la percepción pública respecto de la comunicación presidencial: lo que inicialmente se interpretaba como franqueza hoy comienza a ser evaluado como “confrontación excesiva”.
Este declive, sin embargo, no se traduce de manera automática en un crecimiento homogéneo para la oposición.
De acuerdo al estudio, existe un corrimiento parcial hacia la figura del gobernador bonaerense Axel Kicillof a quien Zentrix registra en 41/42 puntos de imagen positiva aunque Montiel advierte que podría tratarse de un “efecto estacional” ligado a la reciente victoria en la provincia de Buenos Aires.
Pese a ello, el consultor sostiene que, en términos de intención de voto, la ventaja sigue siendo clara: “hoy medimos a Fuerza Patria con 41 puntos a nivel nacional, contra 35 de La Libertad Avanza y más de 12 puntos entre indecisos y voto nulo”. El especialista remarca que ese universo volátil será determinante de cara al 26 de octubre.
Más allá del duelo entre oficialismo y oposición, Montiel destaca que la encuesta refleja un “malestar transversal” que se expresa en un descreimiento generalizado hacia las instituciones.
Más del 70% de los consultados asegura que su salario no le gana a la inflación, casi siete de cada diez no creen en los índices del INDEC y más del 60% considera que el caso Andis constituye un hecho de corrupción incluso antes de un fallo judicial.
Sin embargo, el descontento no se traduce en demandas destituyentes: ante la pregunta sobre qué debería hacer el gobierno tras el revés electoral, la mayoría no pide renuncias, sino “escuchar demandas sociales”, “buscar acuerdos con la oposición” e “introducir correcciones económicas”.
Para Montiel, ese dato es clave: “la sociedad no exige un cambio de gobierno, exige un cambio de actitud”. La polarización sigue vigente y, según el consultor, responde a un rasgo cultural argentino arraigado desde hace décadas.