Científicos analizaron datos de más de 60 mil estudiantes y sugieren que el consumo podría estar vinculado a un deterioro en la salud mental. Qué aconsejan expertos consultados por Infobae
¿Puede un cigarrillo, tradicional o electrónico, influir en los estados de ánimo de una persona?
Un equipo de investigadores en Estados Unidos sugirió que probar algún producto de tabaco, ya sea cigarrillos comunes, electrónicos o ambos, se asocia con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y angustia.
Lo publicaron en la revista de acceso abierto Plos Mental Health. Los números del reporte generan inquietud.
Riesgos del tabaco y el vapeo en la salud mental

Los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos presentan un 67% más de riesgo de depresión, un 48% más de riesgo de ansiedad” y un 63% más de experimentar malestar psicológico frente a quienes nunca probaron productos de tabaco.
El uso combinado de ambos productos potencia aún más el peligro: “los adolescentes con uso dual mostraron el riesgo más elevado para todos los trastornos mentales medidos”.
La probabilidad de tener síntomas de depresión es casi dos veces mayor en quienes usan ambos productos comparado con quienes nunca probaron ninguno.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Virginia Occidental. La investigación utilizó datos de la Encuesta Nacional de Jóvenes y Tabaco.
Cómo se hizo el estudio

Analizaron la información de más de 60.000 estudiantes de secundaria y bachillerato entre 2021 y 2023. Los investigadores no recibieron financiamiento privado.
El equipo investigador recopiló información de cada adolescente. Consideraron edad, género, grupo étnico, año escolar y la presencia de adultos fumadores en el hogar.
También preguntaron cuántas horas diarias usaban redes sociales, el promedio de las calificaciones escolares y si habían experimentado emociones negativas en las dos semanas previas. Para evaluar señales de depresión o ansiedad, emplearon el Cuestionario de Salud del Paciente-4 (PHQ-4).
Este instrumento internacional plantea cuatro preguntas simples sobre sentirse nervioso, decaído o sin poder evitar preocupaciones. Aquellos que sumaron al menos tres puntos se clasificaron como casos probables de ansiedad o depresión.
Los principales hallazgos sobre los riesgos

Al hacer la investigación, Noor Abdulhay, la primera autora y sus colegas buscaron responder si hay una relación entre el consumo de cigarrillos electrónicos, cigarrillos tradicionales y ambos productos, y la aparición de trastornos emocionales.
Los expertos dividieron a los alumnos por tipo de consumo: quienes nunca probaron tabaco, quienes usaron solo uno de los productos, y quienes usaron ambos, así pudieron medir el riesgo exacto en cada caso.
Las cifras se analizaron con métodos estadísticos robustos. Los autores declaran: “Nuestros modelos estadísticos ajustaron el impacto de factores externos como el sexo, la escuela, la etnia y el consumo de tabaco en el hogar”.
Qué sugieren hacer los científicos

Así llegaron a la conclusión de que “los adolescentes que alguna vez consumieron cigarrillos electrónicos, cigarrillos comunes o ambos, presentaron mayores probabilidades de sufrir depresión, ansiedad y angustia psicológica que quienes nunca usaron ningún producto de tabaco”.
El consumo dual mostró el riesgo más alto en todos los indicadores de salud mental analizados. Los investigadores aclararon que “el diseño transversal del estudio impide establecer causalidad”.
Es decir, no demuestran directamente si fumar o vapear produce problemas emocionales, o si los jóvenes con malestar buscan tabaco o vapeo para sobrellevarlo.
Además, la muestra depende de respuestas auto-reportadas y no de un diagnóstico clínico.

Sin embargo, los resultados demuestran solo asociaciones. Por eso, como orientación, los científicos propusieron que se impulsen campañas informativas y controles más estrictos sobre el uso de productos de tabaco en adolescentes.
Pidieron también que nuevas investigaciones sigan a los jóvenes durante más tiempo, para precisar cómo evoluciona la relación entre consumo y salud mental.
Consultado por Infobae, el médico Fernando Müller, director del proyecto Médicos Especialistas en Dejar de Fumar (M.E.De.F), y miembro de la Asociación Argentina de Tabacología y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, resaltó que “la población debería tener en cuenta que tanto el cigarrillo electrónico como el tabaco de combustión y el consumo dual tienen en común al uso de nicotina aspirada que puede generar una intensa dependencia”.

La nicotina es “ansiogénica” y se asocia a trastornos del estado de ánimo. “Fumar en cualquiera de estas formas afecta la salud mental y pone de manifiesto al trastorno conocido como patología dual, que consiste en la coexistencia de una dependencia a una sustancia y otra enfermedad psiquiátrica”.
Para Müller, “el nuevo estudio evidencia la asociación entre el consumo de la nicotina en todas sus formas y el impacto en la salud mental de los adolescentes”.
Lo mas interesante -subrayó el experto- es “que dejar de fumar es tan relevante para la depresión, la ansiedad o la depresión ansiosa como el tratamiento específico de esas patologías”.

La profesora Stella Chan, titular en la Universidad de Reading, afirmó: “Este estudio bien realizado aportó evidencia sólida sobre un vínculo entre el uso de cigarrillos y vapeadores y los síntomas de depresión y ansiedad en adolescentes”.
Para la experta, aún es imposible saber si el uso de tabaco y el vapeo aumenta el riesgo de problemas de salud mental, o si los adolescentes con dificultades de ánimo usan tabaco como estrategia de afrontamiento, o si se combinan ambas cosas.
En tanto, la doctora Jasmine Khouja, investigadora de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, opinó que todavía se debería hacer más estudios para poder saber si el vapeo causa problemas de salud mental.