Elegancia, accesibilidad y resistencia a los hongos: por qué este modelo pisa fuerte en los proyectos modernos.
La mampara de ducha italiana llegó para quedarse y promete ser la gran protagonista en los baños de 2026. Este diseño, también conocido como walk-in shower, elimina los escalones y las divisiones de vidrio, al lograr un ambiente limpio, moderno y mucho más accesible.
Cada vez más presente en los proyectos arquitectónicos, la ducha italiana se destaca por su estética minimalista y su capacidad para aumentar la sensación de amplitud. Sin puertas ni mamparas de cristal, el baño se convierte en un espacio abierto, elegante y fácil de mantener.

Accesibilidad y limpieza: los puntos fuertes de la ducha italiana
La principal ventaja de este modelo es la accesibilidad total. Al no tener escalones ni rampas, el ingreso a la ducha es seguro y cómodo, en especial para personas con movilidad reducida o para quienes buscan practicidad en la rutina diaria.
Además, la ausencia de mamparas de vidrio y la superficie a ras de suelo facilitan la limpieza y evitan la acumulación de humedad, un detalle clave para combatir el moho y mantener el baño impecable.
Espacio y planificación: claves para un baño funcional
No todo es diseño: para que la ducha italiana funcione bien, el espacio y la planificación son fundamentales. Este tipo de instalación requiere un baño amplio, donde las salpicaduras de agua no lleguen a otras zonas como el inodoro o el lavatorio.
Los especialistas recomiendan pensar en cada detalle: desde la ubicación de los nichos y toalleros dentro de la zona de ducha, hasta el control de la ventilación para evitar que el ambiente se enfríe demasiado.

Drenaje y confort térmico: los desafíos del modelo abierto
Uno de los puntos críticos de la ducha italiana es el drenaje del agua. Al mantener el piso nivelado, es imprescindible calcular bien la pendiente y la ubicación del desagüe. Si esto no se resuelve, el agua puede mojar todo el baño.
El otro desafío es el confort térmico. Al tratarse de un espacio abierto, puede resultar más difícil mantener el calor durante la ducha. Por eso, es importante prever la posibilidad de cerrar ventanas o incorporar sistemas que ayuden a conservar la temperatura.