Con algunos trucos y cuidados, podés acelerar el crecimiento. Tener un árbol de paltas en casa parece todo un desafío. Sin embargo, al tener en cuenta algunos consejos, se puede cultivar con facilidad y lograr que crezca en poco tiempo.
Cómo germinar y cuidar el árbol de paltas
- Elegí la semilla ideal: sacá la semilla de una palta madura, limpiá bien los restos de pulpa y dejala secar unas horas. Lo mejor es elegir una grande y sin daños, porque eso aumenta las chances de que germine bien.
- Germiná la semilla en agua: insertá 3 o 4 palillos en la semilla, a la mitad de su altura. Luego, apoyala sobre un vaso con agua, al dejar la parte puntiaguda hacia arriba y la base sumergida. En 2 a 6 semanas, vas a ver cómo la semilla se abre y empiezan a salir raíces y un tallito. Es importante que cambies el agua cada 2 o 3 días.
- Trasplantá la plántula a una maceta: cuando la semilla ya tiene raíces y un tallo, es momento de pasarla a una maceta profunda con buen drenaje. Usá tierra fértil, suelta y rica en materia orgánica. Después, plantá la semilla al dejar la mitad superior por fuera de la tierra y regá con moderación, al mantener la humedad pero sin encharcar.
- Ubicala en un lugar mucha luz: la palta necesita 6 a 8 horas de sol directo por día
- Riego y cuidados básicos: mantené la tierra húmeda, sobre todo en los primeros meses, pero evitá el exceso de agua, porque puede pudrir las raíces.
- Fertilizá para que crezca más rápido: usá abonos orgánicos o compost cada 1 o 2 meses. En la etapa de crecimiento rápido, los fertilizantes ricos en nitrógeno ayudan a que las hojas y los tallos se pongan fuertes.
- Mantené una poda regular: podá las ramas bajas o débiles para que la planta concentre energía en el tronco y el follaje principal. A medida que crece, podar un poco la punta ayuda a que el árbol se haga más frondoso y resistente.

Con estos cuidados, el árbol de paltas podrá crecer en poco tiempo. (Imagen ilustrativa IA Gemini)
Consejos clave para acelerar el crecimiento de la palta
- Temperatura: la palta crece mejor entre 20 y 25 °C.
- Maceta grande: trasplantar a una maceta más amplia permite que las raíces se desarrollen rápido.
- Evitar trasplantes frecuentes: cada vez que la cambiás de lugar, la planta se estresa y puede frenar el crecimiento.
- Fertilización equilibrada: combiná nitrógeno, fósforo y potasio en la proporción justa para que las hojas y ramas crezcan a toda velocidad.