En un puesto de Plaza Independencia decomisaron más de 90 piezas elaboradas con huesos, garras y cráneos de especies amenazadas. El presunto responsable, un hombre brasileño, fue imputado por tráfico clandestino de fauna silvestre.
Un operativo conjunto entre Fauna Silvestre, la Policía Rural de Mendoza y preventores municipales permitió secuestrar en pleno centro mendocino más de 90 artesanías realizadas con partes de animales protegidos.
El procedimiento se llevó a cabo en un puesto de Plaza Independencia, donde se exhibían collares, pulseras, llaveros y adornos hechos con garras de oso hormiguero, cráneos, huesos y picos de diversas especies. El acusado es un hombre de nacionalidad brasileña.

Artesanías con partes de especies protegidas
La denuncia fue realizada por integrantes de la Fundación para la Ayuda Internacional a los Animales (FIAA), quienes detectaron las piezas ilegales durante un recorrido por la feria. A
Al día siguiente, personal especializado allanó el puesto y constató la presencia de restos de corzuela, tucán, saracura, carpincho, mulita, ñandú, lechuzas, lagartos, yacarés, hurones, jabalíes, ciervos axis, tiburones y peces espada, entre otros.
El jefe del Departamento de Fauna Silvestre, Adrián Gorrindo, confirmó que el comerciante no tenía documentación que acreditara la procedencia legal de las piezas ni permisos para su venta. Además, señaló que muchas especies habrían sido traídas desde Brasil, lo que abre una investigación por contrabando.

Mendoza, un corredor clave en el tráfico de fauna
Aunque no es una zona de extracción directa, Mendoza se ha convertido en un punto estratégico de tránsito para el comercio ilegal de animales y subproductos hacia otras provincias y hacia Chile. En los últimos diez años se rescataron más de 16.000 ejemplares de aves, mamíferos, reptiles y anfibios víctimas de este delito.
Este caso se suma a otros procedimientos resonantes, como el hallazgo en 2021 de 55 animales embalsamados —entre ellos tigres de Bengala, osos pardos y un aguará guazú— en una investigación que derivó en la detección de un circuito de “caza enlatada” que operaba en distintas regiones del país.

Un negocio ilícito con alto impacto ambiental
Las autoridades recordaron que el tráfico de fauna es el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo, después del narcotráfico y el comercio de armas.
Entre sus consecuencias están la pérdida de biodiversidad, el desequilibrio ecológico y el riesgo sanitario por la transmisión de enfermedades zoonóticas.