En el Feng Shui, la sal es uno de los elementos más poderosos para absorber la energía negativa y restablecer el equilibrio en los espacios. Esta técnica ancestral sostiene que ciertos objetos o situaciones pueden bloquear el flujo natural del chi (energía vital), y la sal funciona como un purificador que neutraliza esas cargas.
Con solo tener un poco de sal en puntos estratégicos del hogar, se puede ayudar a limpiar la energía y mejorar la sensación de bienestar.
Cómo usar la sal para limpiar la energía de tu casa
Para aplicar este truco, se recomienda colocar pequeños recipientes con sal gruesa en ciertos sectores clave del hogar. La sal debe ser natural, sin colorantes ni perfumes agregados.
Los lugares más indicados para ubicarla son:
- Cerca de la puerta de entrada, en un platito blanco o transparente, para evitar que ingresen malas vibras desde afuera.
- En el baño, donde se suele concentrar energía densa. Se puede colocar un recipiente sobre el inodoro o detrás de la puerta.
- Abajo de la cama, en especial si se siente el ambiente cargado o hay problemas para dormir.
- En las esquinas de los ambientes principales, como el living o la habitación. Ahí tiende a acumularse la energía estancada.

Cada cuánto conviene cambiar la sal
La sal se deja actuar durante una semana completa. Pasado ese tiempo, se debe tirar (fuera de la casa, en lo posible) y reemplazar por nueva si se desea continuar con la limpieza energética. También puede usarse después de momentos difíciles, discusiones o visitas que dejaron mal ambiente.
Este truco es fácil de hacer, no requiere grandes preparativos y es ideal para mantener la energía del hogar limpia y equilibrada con un recurso que todos tienen en casa.