Según el economista, la tasa de crecimiento potencial del PBI pasará de 2 a 4% anual hacia 2030, superando los efectos de las medidas “estanflacionarias” de Trump. Liderazgo tecnológico y dominancia del dólar
Nouriel Roubini, célebremente apodado el “Doctor Catástrofe” por sus ominosos y en ocasiones acertados (como cuando anticipó la crisis financiera de 2008) análisis sobre la economía mundial, es ahora optimista y cree que pese a las medidas “estanflacionarias” (capaces de provocar estancamiento e inflación) del gobierno de Donald Trump la economía de Estados Unidos mantendrá su fortaleza, impulsada por avances tecnológicos que compensarán los efectos negativos de las medidas trumpistas, según expuso en un artículo publicado en el portal Project Syndicate.
Pese a la imposición de aranceles y otras medidas proteccionistas, el liderazgo de EEUU en tecnología e innovaciones revolucionarias permitirá que el crecimiento potencial aumente de 2 a 4% anual hacia fines de la actual década, con perspectivas de incrementos aún mayores en la próxima, dice Roubini, actualmente asesor senior de Hudson Bay Capital Management, un fondo de inversión, y profesor de Economía de la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York. Roubini es también CEO de Roubini Macro Associates y autor de varios libros, entre ellos Megathreats (Mega-amenazas) sobre “diez tendencias que ponen en peligro nuestro futuro, y cómo superarlas”.
Aranceles
Desde la proclamación del “Día de la Liberación” de Trump. el 2 de abril, cuando el jefe de la Casa Blanca anunció aranceles generalizados, la visión predominante ha sido pesimista respecto al futuro económico de EEUU, con pronósticos de recesión y debilitamiento del dólar, dice Roubini. Sin embargo, agrega, la economía resistirá el peso adverso de las políticas de Trump gracias a que la disciplina de los mercados, la eventual prevalencia de sus asesores más moderados y la independencia de la Reserva Federal limitarán y más que compensarán el impacto de las medidas más dañinas.
“EEUU se sitúa en el núcleo de innovaciones tecnológicas que provocarán un impacto positivo considerable en la oferta agregada, con el potencial de impulsar el crecimiento y disminuir la inflación a largo plazo. El efecto de estos avances superará ampliamente el posible daño derivado de políticas que favorecen la estanflación. La magnitud de este cambio será varias veces mayor que cualquier efecto negativo asociado a medidas económicas restrictivas”, dice un pasaje.
Cuatro razones para el optimismo
El economista cita cuatro puntos que sostienen su optimismo. En primer lugar señala que, pese a la fama de temerario de Trump, el mercado de bonos lo ha forzado a moderar sus medidas más perjudiciales para la economía por lo cual prevé que hacia fin de este año EEUU estará en una “recesión de crecimiento” (esto es, crecimiento menor al potencial), pero evitará una recesión lisa y llana.
EEUU está adelantado a todos los países del mundo, incluido China, en la mayoría de las innovaciones revolucionarias que definirán el futuro
El segundo motivo son los efectos positivos de la tecnología “que siempre triunfarán sobre las tarifas” por lo cual -afirma- “la era del excepcionalismo americano no terminó”. Según él, “EEUU está adelantado a todos los países del mundo, incluido China, en la mayoría de las innovaciones revolucionarias que definirán el futuro. Consiguientemente, su potencial de crecimiento probablemente aumente de 2 a 4% anual hacia el final de esta década, antes de aumentar mucho más en los 2030s”.
En tercer lugar, explica, con la economía acelerándose hacia el 4% anual, la deuda pública y externa de EEUU se estabilizará y con el tiempo empezará incluso a caer, “a menos que haya una temeridad fiscal aún mayor”, aclara. Según Roubini, la Oficina de Presupuesto del Congreso de EEUU proyecta un aumento de la relación Deuda/PBI porque todavía asume que un crecimiento anual del 1,8 por ciento.
Por último, concluye, mientras la economía norteamericana retenga el “exorbitante privilegio” que le concede la primacía del dólar, el rol de este como moneda de reserva y de transacciones global no sufrirá erosión, incluso si se da una “modesta diversificación” global hacia activos nominados en otras divisas. En todo caso, agrega, los “influjos estructurales” de inversión en EEUU limitarán cualquier riesgo de caída del dólar y hasta podrían fortalecerlo a mediano plazo.
No hay ninguna duda, subraya, de que muchas de las medidas de Trump son “potencialmente estanflacionarias”, pero lo central es que EEUU “está en el centro de una de las más importantes innovaciones tecnológicas de la historia de la humanidad y esto brindará un shock de productividad de un orden de magnitud más grande que el efecto negativo que puedan inducir algunas medidas estanflacionarias”.